El término Tao Yin significa Camino Interior o Camino de la Salud, y es una antigua forma de gimnasia interna, cuyos orígenes se pierden en el tiempo. Ya en la legendaria dinastía Hsia, (era en la que Huang Ti, el Emperador Amarillo, sentó las bases para el desarrollo de la Medicina Tradicional China) se dice que existían prácticas que apuntaban a conservar la salud a nivel preventivo y terapéutico.
Bien, los orígenes del Tao Yin y de la Medicina Tradicional China pueden considerarse contemporáneos.
Se dice que Huang Ti en sus tratados de medicina (recogidos en el antiguo texto Nei Ching Su Wen) explicó técnicas físicas basadas en movimientos y ciclos respiratorios útiles para mantener la salud.
El Tao Yin está constituido por un conjunto de ejercicios físicos medico-preventivos perfectamente coherentes con las enseñanzas filosóficas taoístas, que prevén la práctica regular y diaria con el objetivo de mantener el cuerpo en buena salud.
Además, la benéfica acción de los ejercicios del Tao Yin puede aportar mejoras determinantes incluso después de la aparición de muchas patologías.
Esta forma de disciplina existe en muchas zonas de Asia, pero se han desarrollado en las diferentes culturas orientales de forma diversa: en China, el Tao Yin; en India, el Yoga; en Japón, los Ekkinkyo, que proceden directamente del Ching Ching chino. También en Corea y Vietnam existen prácticas parecidas que tienen el mismo objetivo.
La importancia que el pueblo oriental atribuye a estas prácticas es enorme: mantener el cuerpo en perfecta salud previniendo las enfermedades, antes de que sea necesario curarlas, siempre ha sido una característica de la visión holística oriental.
La ejecución de estos ejercicios, sin esfuerzo físico, es accesible a cualquier persona y a cualquier edad, sin olvidar que ayuda enormemente al practicante en su camino de evolución espiritual.
Con el tiempo, el sector de aplicación del Tao Yin se fue extendiendo cada vez más, llegando a comprender nuevas experiencias terapéuticas, como la "presión digital" y el "auto masaje", que fueron incluidas en el Tao Yin posteriormente.
Después de Huang Ti, también el médico Chi Po, promotor de la práctica del Tao Yin, prosiguió con la obra de ampliación de este particular método.
Esta obra tuvo un momento importante en la dinastía Han, con el destacado médico Hua To y el maestro Yun Chun. Como ocurrió en el Arte Marcial chino, también el Tao Yin se desarrolló y diferenció en varias zonas del amplio territorio chino, como varios fueron los matices que caracterizan las numerosas prácticas del Tao Yin. En el norte hay técnicas que prevén movimientos dinámicos mientras en el sur se emplean técnicas que requieren posiciones más estáticas.
Desde el principio, los diversos ejercicios del Tao Yin, desarrollados luego dentro de las diferentes escuelas, fueron difundidos a nivel popular y hoy en día basta con ir a los parques públicos para ver a personas de cualquier edad absortas en su práctica.
En su evolución, el Tao Yin ha sufrido la influencia de las tres corrientes filosóficas chinas más importantes: el Budismo, el Taoísmo y, en menor grado, el Confucionismo.
Cada una de estas corrientes han hecho su aporte. De un modo particular, el Taoísmo resalta básicamente la relación del hombre con la naturaleza; en cambio el Budismo concede prioridad al aspecto interior y espiritual, mientras que el Confucionismo compara al hombre con el "Estado" con sus leyes y su orden, privilegiando el aspecto social de estas prácticas.
En el Tao Yin no se puede seguir uan única línea de desarrollo que sea descendiente de una sola cronología familiar, porque no existen enseñanzas dictadas por un único maestro, pero a pesar de esto podemos señalar a algunos personajes importantes que han sido decisivos en la evolución del sistema.
Ta Mo (Bodhidharma), patriarca del Budismo Chan, introdujo en China una serie de técnicas corporales con el objetivo de mantener el cuerpo en perfecta salud. Esta contribución fue fundamental también para enseñar los "principios" del Arte del Combate.
Las enseñanzas que conciernen a la gimnasia interna fueron denominadas Ching Ching.
Se dice que estos ejercicios, que al principio eran 18, fueron después ampliados a 24 por sus discípulos.
Para Confucio, al igual que para Ta Mo y Lao Tze, era de fundamental importancia la unión del cuerpo y del espíritu, y vivir en equilibrio con la ley de la energía aportaba vigor físico y una buena salud. Además, también en el Confucionismo encontramos una serie de prácticas llamadas Soi, literalmente "El despertar de la energía".
Sin embargo la corriente filosófica que con más fuerza influenció al Tao Yin, es sin duda el Taoísmo.
Los taoístas, agudos observadores de la naturaleza y de sus leyes, llegaron a ser maestros en este arte y siempre buscaron a través de sus investigaciones la longevidad y la inmortalidad, conceptos importantísimos en la doctrina taoísta. Cuentos legendarios hablan de maestros taoístas que vivieron 200 o 300 años y de algunos famosos personajes que llegaron a ser inmortales. Documentos históricos atestiguan que en la Dinastía Han, la edad media de algunos hombres fue de 140 - 160 años.