Tao

En su interés de conocer el sentido del universo y el de su propia existencia, el hombre no ha encontrado descanso hasta  hallar una idea que le permita detener su pensamiento y no le demande ninguna pregunta sucesivo acerca de su origen: algo que tenga en si mismo la razón plena de su ser y de todo cuanto de él se derive.
En occidente, ninguno de los grandes filósofos ha sido ajeno a esta búsqueda de lo Absoluto, pero el compromiso intelectual con la estrictez lógica impone al pensamiento occidental un límite infranqueable.

Hay una cosa confusamente formada,
anterior al cielo y a la tierra.
¡Sin sonido, sin forma!
de nada depende y permanece inalterada,
se la puede considerar el origen del mundo.
Yo no conozco su nombre,
lo denomino tao.
y, a falta de mejor palabra, lo llamo "Lo Grande".

 

Como puede apreciarse el tao reúne muchos de los atributos que suelen predicarse de Dios: es en si mismo la razón de su existencia, es infinito y eterno, es  trascendente y omnipresente, y origen y destino de todos los seres.
Pero el tao siendo razón y ley de la evolución cósmica hace su obra infinita sin salir de su  perfecta quietud. Su condición de inmutable y su trabajo silencioso lo califican como muy distinto del Dios personal y providente a que estamos acostumbrados. Semejante Dios patriarcal, concebido de diversas formas por las religiones teístas de occidente y medio oriente, es ajeno al pensamiento filosófico taoísta.

Decir que el Tao o lo Absoluto en su absolutidad no tiene nombre, que no admite "nombre" alguno, es decir que transciende cualquier comprensión lingüística, lo que equivale a decir que el Tao está fuera del alcance del pensamiento y de la recepción de los sentidos. La naturaleza del Tao es tal que la Razón no puede concebirla, ni los sentidos percibirla. En otras palabras, es un Trascendente absoluto.

Deberemos recordarlo permanentemente: las referencias al Tao han de ser siempre paradojales, contradictorias. No hay modo de significar lo absoluto sin forzar el lenguaje hasta enfrentarlo con la lógica.

¿Es el Tao es la no-existencia que conceptualiza la metafísica de occidente como la Nada ?

El pensamiento taoísta conceptualiza como No-ser ( Wu ), no es la Nada , entendida como no existencia. Hablamos de No-ser por cuanto está más alla de cualquier determinación particular del Ser, y porque, precisamente por ello, se torna insondable para el pensamiento lógico. Sólo en ese específico sentido de no poder ser imaginado o lógicamente conceptualizable , el No-ser, como aspecto del Tao , se podría identificar figurativamente con la Nada.

El tao lo calificamos como innombrable, pero, precisamente por ser lo Innombrable , ninguna etiqueta particular lo abarca, y se hace necesario recurrir a distintos apelativos para significar los aspectos diferentes de su naturaleza.

No debe perderse de vista, que textos como el Tao te ching se hallan inspirados en experiencias extáticas y no son el resultado de un esfuerzo especulativo deliberado. Por tanto, en tal contexto, las palabras tienen como función primordial testimoniar lo experimentado y, solo secundariamente comunicar algo citado. Y es en este sentido que los diferentes términos empleados para testimoniar la vivencia interior del tao , no son un mero recurso expresivo, no son sinónimos, sino que cada uno apunta a una dimensión significativa distinta.

 

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