Hablar de secretos familiares es algo que sólo tiene sentido cuando nos adentramos en el mundo de la tradición, de los trabajos y actitudes desarrollados durante generaciones, y contrastamos sus resultados a través de la historia.

Antiguamente el celo con que eran guardados estos secretos tenía un sentido total, ya que de ello podía depender la supervivencia del Clan. El sentido actual, por lo general, es más bien distinto, aunque está ligado a ciertos valores tradicionales que aseguran la correcta interpretación de los trabajos, por aquellos que de una u otra manera tratan de perpetuar la existencia de los mismos.

En la actualidad, la práctica de estos trabajos está ligada a la transmisión fiel del estilo con todo lo que ello comporta, ya que de no ser así, perdería sentido parte de lo que tratamos de perpetuar.

Pero si por un parte, el sentido de todo ello está en la transmisión de unos valores tradicionales con sus correspondientes secretos, por otro lado, conviene evitar el traficar con las ilusiones de aquellos que aspiran a aprender estos trabajos y que o sus estilos no los tienen o sus profesores no los han aprendido.

La realidad de estos trabajos es algo fuera de toda duda, pero el dominio o la práctica de los mismos han de evidenciar un progreso significativo fuera de toda duda, tanto del alumno como del profesor que lo lleva a cabo. Cuando alguien es capaz de llevar a cabo una acción, que los demás con las mismas circunstancias no pueden, no es la fuerza física la que se pone de manifiesto.

LOS SECRETOS FAMILIARES DE LAS ANTIGUAS ESCUELAS

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Es evidente que estamos ante un trabajo que merece todos nuestros respetos. Pero si sólo es ante determinadas circunstancias cuando se evidencia un uso fácilmente identificable de las propias condiciones físicas del que lo lleva a cabo, no hace falta señalar que lo que estamos presenciando es un culto de las condiciones particulares de este determinado señor, pero que está lejos del sentido profundo de estos trabajos.

Cuando hablamos de secretos familiares son muchos y muy variados los que podríamos señalar. Si nos referimos a técnicas de lucha sin armas, el dominio en las técnicas de respiración, ocupará un lugar destacado en la mayoría de las grandes familias. Y es sobre la aplicación de una de las mejores técnicas de respiración, la Campana de Oro , sobre la que posteriormente nos extenderemos.

Siendo la respiración el punto de encuentro de la mayoría de las grandes técnicas, es obvio que planteemos la visión tradicional de la misma.

En las grandes tradiciones se habla de dos tipos de respiraciones.

A) Respiración externa (Wei Chia): Es la que generalmente usamos como ventilación pulmonar, entendiéndola como la que ayuda a formar la estructura externa, el continente no el contenido.

B) Respiración interna (Nei Chia): Es la que entendemos como energética, la que nos ayuda a desarrollar el contenido, no su estructura.

En la tradición antigua, la respiración interna es la que nos permite tomar consciencia del verdadero Yo, el Yo universal, no el ego individual que cada uno tenemos.

Este tipo de respiración trabaja sobre el verdadero contenido del ser, la parcela de lo divino que está presente en el corazón del ser humano, en lo más íntimo de su materia.

El lugar donde se manifiesta la presencia divina en el hombre es en su espíritu. Y las acciones que efectuamos en un estado tal, hacen que el espíritu impregne la totalidad del ser, en perfecta adecuación con la situación presente, y fuera de toda acepción temporal.

Es pues, a partir del planteamiento de estos dos tipos de respiraciones, sobre las que se edificarán los secretos de las grandes familias; intentar comprender por el intelecto como único medio de análisis, hará que las conclusiones alcanzadas sean por lo general incompletas, ya que difícilmente se adaptarán a las necesidades de cada uno; por lo que la experiencia junto a un experto es un medio necesario para poder llegar a un conocimiento más amplio.

De todas maneras, al hablar de Chi Kung, o poder interior, lo hacemos de cuatro tipos diferentes:

  1. Chi Kung para mejorar o conservar una buena salud.
  2. Chi Kung curativo, para curar a los demás.
  3. Chi Kung duro, o fuerte, es el que se utiliza en los estilos de combate.
  4. Chi Kung mágico...

Dentro del primer grupo existen infinidad de ejercicios; entre los muchos que podríamos señalar, existe uno que consiste en:

Separando los dos pies la anchura de las caderas, y con las piernas en semiflexión, subiremos los dos brazos relajadamente por los costados al tiempo que inspiramos y al bajarlos espiramos, Haciendo tanto la inspiración como la espiración por la nariz y con la espalda recta.

Este ejercicio se encontró en unas excavaciones arqueológicas grabado en unas vasijas que tenían más de 2.000 años.

Cuando se goza de buena salud se hace unas 500 veces. Cuando la salud empeora se hace 1.000 o 2.000.

En el segundo grupo , se resalta, un ejercicio fundamental:

Abrazar la luna: con las piernas semi flexionadas como antes, separadas la anchura de las caderas, con la espalda y la cabeza rectas, ponemos los brazos y las manos como si abrazásemos un gran balón delante del pecho. Se respira naturalmente, usando sólo la nariz.

La importancia de este ejercicio es que sus beneficios, lo pueden colocar en el primer grupo, y las grandes leyendas lo señalan como un ejercicio básico para acceder al Chi Kung mágico.

En el tercer grupo encontramos los trabajos más espectaculares de las artes de combate, por lo que le dedicaremos un breve apartado a continuación.

Pero antes señalaremos brevemente el Cuarto grupo , el Chi Kung Mágico, el que las grandes leyendas señalan que eran capaces de hacer los grandes maestros. Sacarte de un círculo empujando con las manos pero sin tocarte. No sólo salir inmune al recibir un golpe, sino que quien los propinaba salía magullado en sus zonas de golpeo. De entre los ejercicios que podríamos señalar en este grupo, podemos resaltar Mou Kei Seh (Vacío, lo que está antes). En este ejercicio tan sólo resalto el dibujo en que estando en la misma posición de Pn. y tronco que los ejercicios anteriores, se ponen los brazos hacia adelante con las manos relajadamente mirando adelante.

Este tipo de trabajos requiere una previa preparación, y una supervisión constante de una persona que haya sido iniciada correctamente en los mismos. La mejor manera de saberlo es que nos demuestre el nivel que ha alcanzado.

El último grupo de Chi Kung , se mueve en un terreno muy resbaladizo, donde la especulación y la mitología juegan un importante papel.

La búsqueda de poderes sobrenaturales ha sido siempre un motivo para fantasear el nivel que uno ha alcanzado. La difícil investigación científica de los mismos ha hecho que este grupo de trabajo se quede un poco en tierra de nadie.

 

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