En el curso de los siglos, la tradición de los ejercicios energéticos no dejó (le acrecentarse y de enriquecerse. Hua Tuo, médico célebre de la época de los tres reinos, vivió del 190 al 265, y forma parte de los maestros legendarios de la China antigua. Su opinión sobre el cuerpo humano revela la concepción con la que se abordaba la gimnasia en esa época.
«El cuerpo humano tiene un deseo natural de trabajar, de realizar una actividad: sin embargo, no se le debe empujar hasta el final. Con un cierto grado de trabajo, la energía conseguida por la nutrición que se ingiere, puede ser distribuida eficazmente. Cuando la sangre circula libremente en las venas, la enfermedad no puede asentarse. Así, el cuerpo es como una puerta montada sobre sus goznes que, utilizada regularmente, no se oxida jamás».
Inspirado por el ejemplo de la naturaleza, cuya sabiduría intrínseca era un modelo para los chinos antiguos, Hua Tao creó el Wu Qin Xi o “Juego de los 5 animales” que imita los movimientos del tigre, del oso, del ciervo, del mono y del pájaro.
Pero estos movimientos no son solamente miméticos. Se asocian al «trabajo interno», o «trabajo del aliento» (Nei Gong en chino). Así el método de los 5 animales ya era considerado con lo un trabajo sobre los 3 tesoros: el Jing, el Qi y, el Shen; la esencia, el aliento y el espíritu.
Estos ejercicios han ido perfeccionándose hasta nuestros días en su forma médica. Son una de las pruebas más antiguas de una elaboración sofisticada de los ejercicios físicos y han sido practicados desde entonces. Por otra parte son importantes puesto que están en el origen del Wu Shu, arte de combate y, entrenamiento del cuerpo.
Se trata pues de uno de los primeros ejemplos de un método que, por transformación, encuentra aplicaciones a la vez en medicina y en el arte de combate.