LAS ARTES MARCIALES TRADICIONALES: UN CAMINO HACIA LA LIBERTAD DEL PROPIO ESPÍRITU

No es fácil entender que la práctica rutinaria de unas técnicas sea un camino hacia la libertad interior. La evolución en la práctica de un arte es algo que está intrínsecamente ligado a su nivel de comprensión.

En un primer nivel referencial, memorizar los movimientos y perfeccionar sus ritmos son bases necesarias para entender el legado de los antiguos Maestros.

La práctica dura y cotidiana nos llevará a otro nivel, en que la expresión profunda, el arte que llevamos dentro, se pone por delante de cualquier movimiento. Para ello, para aprender de nosotros mismos, primero tenemos que visualizar en nuestro interior el sentido profundo de las mismas. ¿Qué sentimientos nos provocan las actitudes que representan? Posteriormente, trataremos de expresarnos a través del movimiento. Para entender este planteamiento hay que entender los movimientos prefijados como el cauce de un río, y los sentimientos, la técnica, la fuerza interior, como su caudal, que de una u otra manera condicionará el ritmo o la corriente de este río.

Por eso, aunque los movimientos nos sean enseñados, el auténtico arte sale cuando la actitud con que lo expresamos es la correcta, entonces el movimiento se manifiesta eficaz y bello. De ahí la importancia de una correcta actitud y de la nobleza de nuestros sentimientos; ya que sólo cuando existe pureza en nuestro interior, los secretos de la verdadera fuerza nos serán desvelados, aquella fuerza que no teme ser vencida, que persiste ante cualquier adversidad.

Con este planteamiento llegaremos a experimentar lo que denominaremos "la correcta actitud". Cuando tenemos armonía en nuestro interior no tenemos ninguna necesidad de atacar o agredir a un semejante. Pero si somos agredidos, hay que saber encontrar el equilibrio en la acción; ya que será a través de este equilibrio, cómo comprenderemos la profundidad y el secreto del propio arte.

Cuando se domina la naturaleza de la técnica, la mayoría de las formas pierden su significado. Tan sólo aquellas que expresan el nivel más elevado de desarrollo interno mantienen su estructura, forma y tradición. Pero, todas aquellas que sobreviven en los estilos a expensas de éstas, hay que saber romperlas, destrozarlas para superar su contenido, de nada servirían si fueran eternamente contempladas, ya que su esencia es mediocre y se plantea ser superada.

Sólo entonces, miraremos de tú a tú los grandes trabajos, sentiremos su contenido y asimilaremos los secretos que aniden en su interior. Y si el nivel que alcanzamos nos permite aportar una luz, una nueva visión a tan ricos planteamientos, enriqueceremos en tal medida tan fantástica tradición.

La práctica cotidiana del propio arte, puede que no sea siempre apetecida, pero da carácter y disciplina a la actitud del que persigue el camino de las Artes Guerreras.

 

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